Valores hegemónicos -Sembrant cures

Valores hegemónicos

Teniendo en cuenta que vivimos en una sociedad patriarcal, es muy probable que la cultura organizacional de las entidades esté impregnada de valores androcéntricos como la producción, el éxito, la eficacia, la invisibilización de las emociones y los conflictos, el poder jerárquico... Seamos conscientes de cuáles son para erradicarlos.

  • Descripción

    La cultura organizativa de una entidad es una parte a menudo muy olvidada, pero crucial para el mantenimiento de unas relaciones y estructuras de poder androcéntricas y poco cuidadosas con las personas que forman parte de ellas. Por cultura organizacional, nos referimos a aquellos significados, modos de entender, vivir y ver los eventos y actividades que comparten las personas que están en una organización.

    Teniendo en cuenta que vivimos en una sociedad patriarcal, es muy probable que la cultura organizacional de las entidades, si no han hecho un trabajo de revisión y transformación, esté impregnada de valores androcéntricos como la producción, el éxito, la eficacia, la invisibilización de las emociones y los conflictos, el poder jerárquico, la autonomía, el compromiso y la devoción exclusiva para el objetivo de la entidad, etc. Esto puede provocar que muchas personas que no comparten esta significación de las actividades y modos de hacer que se desarrollan en la entidad no se sientan incluidas, no hagan comunidad, sean señaladas, desvalorizadas y deslegitimadas.

  • Situación de las entidades

    Se ha puesto de manifiesto que la cultura organizativa y los valores de las entidades están en un momento de bastante tensión. En cuanto a la percepción, hay que señalar que la incorporación de la perspectiva feminista y de la ética del cuidado tiene buena puntuación, pero varía mucho en función de si la respuesta es de un hombre o una mujer, tenga el cargo que tenga. Cuando se preguntaba en la encuesta, las mujeres respondían con un 3,92 frente a un 4,31 de media de los hombres.[1]

    Respecto a la tensión comentada, por un lado encontramos que las entidades están insertadas en unas lógicas burocráticas bastante industrializadas, fruto de los tempos y la idiosincrasia que establece la administración pública. Estas fuerzas externas imponen unos valores productivos y burocráticos y contribuyen a su mantenimiento, sobre todo en el seno de los equipos técnicos y las juntas, en los que, por ejemplo, se valoran más los resultados que los procesos.

    Por otra parte, en el seno de las entidades hemos detectado que predominan los valores del compromiso y la implicación con el objetivo de la entidad, lo que a veces desemboca en un activismo prácticamente obligatorio que dificulta, desde el punto de vista ético y moral, la conciliación con otras esferas de la vida.

    En tercer lugar, hemos detectado que muchas entidades valoran y consideran muy importante poner el cuidado de las personas, el espacio y el medio ambiente en el centro, sobre todo los equipos técnicos, a pesar de que esto no se vea reflejado, por ejemplo, en los criterios de selección de personal —que todavía se guían por valores productivistas—, la elaboración y la evaluación de proyectos, la realización de presupuestos internos con perspectiva de género y ética del cuidado o la incorporación en los documentos de funcionamiento y regulación interna. En este sentido, hemos identificado una tensión latente entre los valores productivos y los valores de cuidado de las personas que a menudo acaba en frustración por parte de los equipos técnicos, que son los que sufren principalmente esta presión

    [1] Podéis consultar el universo de la muestra en el apartado «Cómo se hizo», subapartado «Apuntes metodológicos».

  • Aviso para navegantes
    • Transformar los valores y la cultura organizativa de una entidad es una tarea que requiere grandes dosis de reflexión y revisión interna. Los mecanismos artificiales de transformación de las relaciones y los elementos simbólicos que visualicen los valores a los que la entidad da importancia son de gran ayuda.
    • Hay que tener en cuenta que los valores productivistas y androcéntricos que deseáis transformar no forman parte solo de vuestra entidad, sino de toda la sociedad. Al querer transformarlos internamente, estáis haciendo frente a unos valores fuertemente arraigados, por lo que encontraréis resistencias y habrá que gestionar la frustración de unos cambios lentos cuyos resultados costará percibir.
    • Para transformar los valores de una entidad, es necesario el compromiso de todos sus miembros, pero sobre todo de aquellas personas que tienen cargos de dirección o coordinación y que marcan las líneas políticas de la entidad.
    • Para transformar los valores y la cultura, no basta con la voluntad. Hay que destinar tiempo y recursos (humanos, materiales, económicos...) para transformar también su mantenimiento estructural y relacional.
    • Hay que procurar no perder los valores atribuidos a cada una de las entidades, hay que revisarlos, renovarlos y defenderlos para no olvidarlos y perder de vista la esencia de la entidad que representan.
  • Ejercicio de grupo

    Es importante que adaptéis la propuesta de ejercicio a la realidad de vuestra entidad y al nivel de conocimiento o trabajo sobre el tema en concreto. También os animamos a compartir otras dinámicas o ejercicios que conozcáis y que ayuden a otras entidades a trabajar sobre este eje.

    Descarga el ejercicio

  • Más herramientas
    • Traçant vides dignes: cap a una economia feminista. Guia de recursos per aplicar la mirada feminista de l’economia als espais associatius. Matriu, Consell Nacional de la Joventut de Catalunya. 
    • Natalia Navarro. Desigualdades de género en las organizaciones: procesos de cambio organizacional pro equidad. PNUD. 
    • Entidades:
      • Matriu 
      • Fil a l’Agulla 
      • L’Esberla 
      • Candela 
Autodiagnosis
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Las preguntas que vienen a continuación os ayudarán a tomar conciencia de los valores que predominan en vuestra entidad. Algunas son de percepción individual y otras son objetivas.

Vuestra entidad expresa y transmite en el ambiente y las normas no escritas la ética del cuidado, el feminismo y la igualdad de género. Además, lo refuerza con mecanismos de comunicación interna y externa, así como en campañas de incidencia. ¡Felicidades!

Consejos para la transformación de las entidades

  • Realizad una campaña externa de incidencia para que las administraciones incorporen la ética del cuidado y la perspectiva feminista en su funcionamiento y en aquellas actividades que afecten a entidades como la vuestra (formulaciones, subvenciones, etc.).
  • Incorporad, en las convocatorias laborales, convenios de colaboración y selección de proveedores, criterios para que las personas o entidades con las que trabaja también tengan incorporadas la perspectiva feminista y la ética del cuidado —o estén trabajando para incorporarlas—.
  • ¡Lo que comunicamos nos define! Elaborad un libro de estilo sobre la comunicación interna y externa que sea inclusiva y no androcéntrica, tanto visual como escrita.

Vuestra entidad está convencida de la ética del cuidado, el feminismo y la igualdad de género en cuanto a ideas, pero es necesario que esto se transmita en la forma de proceder, el ambiente y las normas no escritas; es necesario lo que se denomina una «apuesta política» para que sea una prioridad para todo el mundo. La comunicación interna y externa es una buena herramienta, ¡pero hay que seguir trabajando en las relaciones y el funcionamiento interno!

Consejos para la transformación de las entidades

  • Identificad y revisad las maneras de organizaros, funcionar y trabajar (de técnicos, voluntarias y miembros de la junta), y preguntaos por las normas no escritas que establecen y legitiman. Poned sobre la mesa si todo el mundo se siente a gusto.
  • Identificad y revisad los tipos de liderazgos que hay en la entidad, los valores que promueven, la manera de trabajar, intervenir, incidir que proponen. Preguntaos si contribuyen a incorporar la perspectiva feminista y la ética del cuidado, si todo el mundo se siente incluido y acogido por su parte.
  • Realizad una campaña interna de sensibilización y formación para que todos los agentes incorporen la perspectiva feminista y la ética del cuidado en su funcionamiento.

Vuestra entidad no está convencida de la importancia de aplicar la ética del cuidado, el feminismo y la igualdad de género. Sin embargo, empiezan a aparecer algunas voces sensibles al tema a las que habría que apoyar y dar legitimidad para que puedan exponer en primera persona sus malestares y necesidades. ¡El primer paso es tomar conciencia de ello como entidad y poder hablar!

Consejos para la transformación de las entidades

  • Identificad y revisad lo que la entidad transmite con el uso del espacio, ya sea de trabajo, de reuniones, de voluntariado, etc. Preguntaos si todo el mundo se siente a gusto e incluido con los valores que transmite.
  • Identificad y revisad cómo son los espacios de informalidad, por pequeños que sean. Fijaos si los temas de conversación, bromas, información que se comparten contribuyen a crear un espacio inclusivo, seguro y cuidados.

Vuestra entidad se muestra contraria a la ética del cuidado, el feminismo y la igualdad de género, aunque no lo exprese de forma explícita. Es posible que se viva mal ambiente, tensiones y malestares a los que habría que dar espacios de escucha, diálogo y responsabilización.

Consejos para la transformación de las entidades

  • Identificad y revisad lo que la entidad transmite a través de medios gráficos presentes en proyectos, difusión, publicidad, grafismo interno... Velad para que sean imágenes inclusivas y diversas, que no transmitan sexismo y/o discriminación. ¡Aprovechadlo para hacer una recopilación de principios sobre cómo comunicar de forma no sexista!
Ejercicio de grupo

Es importante que adaptéis la propuesta de ejercicio a la realidad de vuestra entidad y al nivel de conocimiento o trabajo sobre el tema en concreto. También os animamos a compartir otras dinámicas o ejercicios que conozcáis y que ayuden a otras entidades a trabajar sobre este eje.

Descarga el ejercicio